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José Antonio Saco, nacido en Bayamo el 7 de mayo de 1797, es uno de los escritores más influyentes de Cuba en este período. Saco ingresó en el Seminario Universitario de San Carlos, donde Félix Varela se convirtió en su mentor y maestro.

Escéptico y pesimista, se diferenció de su maestro en la creencia de que Cuba aún no estaba política y socialmente lista para formar un gobierno independiente. También dudó que España le concediera a Cuba su autonomía y le permitiera el autogobierno bajo la soberanía española: “Quienes desean que Cuba tenga un gobierno como el de Canadá están persiguiendo una quimera”.

Saco fue un brillante escritor y polemista, con un estilo sobrio y conciso. Dirigió la Revista Bimestral Cubana, a través de la cual criticó las acciones económicas, sociales y políticas del régimen colonial, ejerciendo una notable influencia entre los jóvenes de la época. El gobierno colonial lo castigó con el destierro a Trinidad. El despotico Capitán General Miguel Tacón le dijo personalmente a Saco que “la orden de destierro se debió a que tenía demasiada influencia sobre la juventud de La Habana”.

Saco, que tenía solvencia económica, viajó a Europa. Visitó España, Alemania, Italia, Austria, Portugal y finalmente Francia, donde estableció su residencia en París. En 1845 publicó su destacada obra “Supresión del tráfico de esclavos en Cuba”, que enfureció a los propietarios de esclavos en la isla. Más adelante en su vida, también escribió varios volúmenes de su “Historia de la esclavitud”. En 1848 publicó sus ideas contra la anexión de Cuba a los Estados Unidos. Saco señalaba: “La anexión… eventualmente causaría la destrucción y desaparición de la nacionalidad cubana”. En otra pieza, escribió contra la anexión: “Se trata de cerrar mi corazón a toda esperanza y convertirme en el verdugo de mi tierra natal”.

En general, la clase patricia criolla a la que pertenecía Saco era conservadora y pesimista sobre el alto nivel de ignorancia y analfabetismo en la isla. Sin embargo, a pesar de su escepticismo sobre la independencia y autonomía de Cuba, Saco en su catedra y escritos contribuyó a perfilar el ideal de una patria cubana.

Saco vivió su vida a plenitud, pero el hombre cuya cultura ayudó a forjar la identidad nacional no respondió al llamado a la independencia de la Guerra de los Diez Años. A lo largo de su vida, permaneció inquebrantable en su profundo pesimismo sociopolítico.

Saco murió el 26 de septiembre de 1879 a los 82 años en España.