{"id":7536,"date":"2024-03-03T00:44:25","date_gmt":"2024-03-03T00:44:25","guid":{"rendered":"https:\/\/memoriadelahabana.com\/?p=7536"},"modified":"2024-03-03T00:59:29","modified_gmt":"2024-03-03T00:59:29","slug":"vida-y-obra-de-eliseo-diego","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/memoriadelahabana.com\/vida-y-obra-de-eliseo-diego\/","title":{"rendered":"Vida y obra de Eliseo Diego"},"content":{"rendered":"

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Escuche el programa aqu\u00ed:<\/h2>\n

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Centenario de Eliseo Diego: \u201cY sin embargo, es necesario hacerlo todo bien\u201d
Entrevista con Josefina de Diego, hija y albacea del poeta
por Alex Fleites julio 2, 2020 en De otro costal<\/h4>\n

\u00bfQui\u00e9n lo dir\u00eda? Hoy, 2 de julio del 2020, Eliseo Diego cumple sus primeros cien a\u00f1os de vida. Y no, no hay error en la frase anterior. El arte es el \u00fanico ant\u00eddoto eficaz para la muerte. En la obra se perpet\u00faa el autor. Y sin ser lo mismo, autor y obra est\u00e1n consustanciados, como la abeja y la miel. Auguro para la poes\u00eda de Eliseo una andadura de siglos. Ergo, seguir\u00e1 vivo en los lectores de las muchas generaciones que vendr\u00e1n, quienes se emocionar\u00e1n \u2014como nosotros\u2014 con cada atisbo de lo inefable, con cada brizna de belleza entrevista, con cada pregunta honda que emane de sus versos.
Si es cierto que toda generaci\u00f3n enriquece la lectura de los cl\u00e1sicos con sus particulares experiencias hist\u00f3ricas y de vida, entonces la obra de este se\u00f1or medio londinense, de pipa y \u201cbarba a lo Conrad\u201d, pero de innegociable cuban\u00eda, que a veces nos mira torvo desde las fotos, seguir\u00e1 llen\u00e1ndose de sentido.
Ahora recuerdo algo que le escuch\u00e9 a Onelio Jorge Cardoso: \u201cEliseo tiene cara de coro griego, pero si te le acercas ver\u00e1s que es m\u00e1s dulce que un oso dormido\u201d.
Eliseo es un miembro destacad\u00edsimo del grupo de escritores que se reunieron en torno a la revista Or\u00edgenes (1944-1956). En la cercan\u00eda de Lezama, y no a su sombra, fund\u00f3 una po\u00e9tica original, centrada sobre todo en el deslumbramiento por aquellos objetos que la proximidad del hombre llena de sentido. Notaba el misterio en lo cotidiano, y encontraba signos, mensajes encriptados, donde otros ve\u00edan s\u00f3lo humild\u00edsimos enseres.
Desde hace muchos a\u00f1os uno de sus poemarios cardinales, En la Calzada de Jes\u00fas del Monte (1949), es reconocido no s\u00f3lo como una codificaci\u00f3n feliz de lo que podr\u00edamos llamar lo cubano, sino, adem\u00e1s, como el exponente m\u00e1s conseguido de la poes\u00eda conversacional en nuestro pa\u00eds, de ah\u00ed que los j\u00f3venes que empez\u00e1bamos a publicar a mediados de la d\u00e9cada de los 70 acogi\u00e9ramos a Eliseo como a uno de los nuestros. M\u00e1s que un padre, un hermano mayor muy talentoso. El mejor de nosotros. Y \u00e9l, a gusto.
En este aniversario se evocar\u00e1 la figura del autor de Los d\u00edas de tu vida (1977) y su profunda huella en la literatura nacional. En OnCuba preferimos hablar con su hija, en busca de un acercamiento \u00edntimo con el poeta, y de esa forma, sumarnos a la fiesta que significa tener entre las principales voces de la lengua en el Siglo XX a quien naci\u00f3, all\u00e1 por 1920, nada menos que bajo el largu\u00edsimo nombre de Eliseo Julio de Jes\u00fas de Diego Fern\u00e1ndez-Cuervo.
Josefina de Diego es escritora, traductora y ensayista. A ella se deben notables aportes a la literatura infantil de la Isla, entre otros, el relato Un gato siberian husky (2007), que le vali\u00f3 el Premio de la Cr\u00edtica de ese mismo a\u00f1o; los poemas que conforman ese t\u00edtulo fueron convertidos en canciones, y aparecen en el fonograma Las d\u00e9cimas del gato Sim\u00f3n (Bis Music, 2007). A su labor de traductora se debe el vertido al espa\u00f1ol de textos de H. G. Wells, C. S. Lewis, Isaac B. Singer, A. A. Milne, Stephen E. Ambrose, Patrick Wright, James Thurber, Donald Kagan y Richard Pipes. \u00bfCu\u00e1ndo supiste que tu padre era una celebridad de la cultura cubana?
Es dif\u00edcil precisar una fecha. \u00c9l, mi madre y mi abuela Berta trabajaban como maestros. Creo que tuve conciencia de que era un escritor reconocido cuando entr\u00e9 al preuniversitario de La V\u00edbora (sabes que viv\u00edamos en Villa Berta, una quinta en Arroyo Naranjo) en la clase de literatura cubana. Nos tocaba estudiar a dos cuentistas: Onelio Jorge Cardoso y a Eliseo Diego. Si no recuerdo mal, el relato escogido fue \u201cDe c\u00f3mo su Excelencia hall\u00f3 la hora\u201d, de su segundo libro de cuentos, Divertimentos. Ya en el Pre hicimos amistad con j\u00f3venes que le\u00edan mucho, algunos escrib\u00edan, \u00edbamos a la Cinemateca, ah\u00ed se inici\u00f3 mi amistad con Ivette Fuentes, que es hoy una investigadora de la obra de mi padre y del Grupo Or\u00edgenes. Fue en una librer\u00eda que quedaba muy cerca del Pre, al lado de la terminal de guaguas, en la Avenida 10 de octubre, La Polilla, que compr\u00e9 el primer libro suyo. Los hab\u00eda visto en casa, sab\u00eda que \u00e9l escrib\u00eda, pero que apareciera en el plan de estudios, pues ya eso era otra cosa.
En la Calzada de Jes\u00fas del Monte (1949) es un libro cardinal de nuestra literatura. \u00bfEliseo ten\u00eda conciencia de esto?
Yo pienso que s\u00ed. Creo que no le qued\u00f3 m\u00e1s remedio que reconoc\u00e9rselo a s\u00ed mismo. Los que lo trataron saben que no fue un hombre vanidoso, le costaba trabajo hablar de su \u201cobra\u201d, as\u00ed lo confes\u00f3 en muchas ocasiones. Y no era falsa modestia, \u00e9l no era de esos intelectuales que andan en \u201cposes\u201d. En una de las tantas entrevistas que le realizaron, dijo: \u201cYo escribo, no por vanidad intelectual \u2015me parece a m\u00ed\u2015 sino porque no me queda m\u00e1s remedio. No sabr\u00eda qu\u00e9 hacer de mi vida si no fuera escribir. No para m\u00ed, sino con el \u00e1nimo de comunicar las cosas que voy descubriendo, del mundo que me rodea. Y de alguna forma ayudar tambi\u00e9n a los dem\u00e1s a ver lo que est\u00e1 al alcance de uno, y que uno mismo a veces no ve, de tan familiar\u201d. Eso s\u00ed, trabajaba mucho sus versos, sus traducciones, sus cuentos, sus ensayos. Conservo manuscritos suyos con las tachaduras, cambios de palabras y del lugar que ocupa la palabra en el poema. Era muy meticuloso, no solo con el contenido, sino tambi\u00e9n con la forma. Ah\u00ed est\u00e1n los poemas, con sus espacios y sus silencios, como en la m\u00fasica. Todo era importante.
\u00bfC\u00f3mo fue vivir con un pap\u00e1 poeta?
\u201cUn pap\u00e1 poeta\u201d es, primero, sencillamente, un pap\u00e1. Fue un ni\u00f1o bastante solitario, ten\u00eda un hermano del primer matrimonio de su padre, pero era siete a\u00f1os mayor que \u00e9l. Desde muy temprano, y gracias al amor de sus padres por la lectura, tuvo acceso a lo mejor de la literatura para ni\u00f1os y j\u00f3venes, con la ventaja de que abuela Berta le hab\u00eda ense\u00f1ado el ingl\u00e9s \u2014era biling\u00fce, y esta es otra historia\u2014 y pod\u00eda leer libros en los dos idiomas. Le\u00eda mucho, al igual que mam\u00e1. Las lamparitas de las dos mesas de noche permanec\u00edan encendidas hasta la madrugada. Los libros fueron una compa\u00f1\u00eda, un consuelo y un refugio para \u00e9l durante toda su vida. Era un hombre con tendencia a la melancol\u00eda, de una gran sensibilidad, como se aprecia en todo lo que escribi\u00f3, pero, afortunadamente, lograba salir de esos momentos de tristeza y depresi\u00f3n. En aquella quinta su estudio estaba separado de la casa, quedaba en los altos del garaje, y mam\u00e1 se lo hab\u00eda preparado muy agradable. Escrib\u00eda hasta altas horas de la noche. Se acostaba tarde y se levantaba temprano. No nos rega\u00f1\u00f3 mucho, solo en contadas ocasiones, y por causas justificadas. \u00a1Yo prefer\u00eda los rega\u00f1os de mam\u00e1! En la casa no hac\u00eda mucho, aparte de trabajar en sus cosas, escribiendo o preparando sus clases. Pero mam\u00e1 le puso algunas tareas dom\u00e9sticas, con todo esto de la escasez y los problemas que todos conocemos: le tocaba ir a buscar el pan a la bodega. Era algo que, como te imaginar\u00e1s, no le agradaba mucho. Mam\u00e1 fue implacable con eso. \u201cA la hora se\u00f1alada\u201d \u2015como el t\u00edtulo de aquel western que tanto le gustaba, High Noon, con Gary Cooper\u2015 se escuchaba la voz de Bella: \u201c\u00a1Eliseo, el pan!\u201d. Y a rega\u00f1adientes, iba a cumplir con esa tediosa obligaci\u00f3n, aunque en muchas ocasiones lograba encontrar alguna excusa para no ir y recurr\u00eda a uno de nosotros tres. Recuerdo una vez, ya mis hermanos viv\u00edan en M\u00e9xico y yo estaba sola con ellos, en que se anunci\u00f3 la entrada de un poderoso hurac\u00e1n en La Habana. Yo regresaba de hacer algunas compras importantes para la casa y, cuando voy entrando al edificio (ya viv\u00edamos en 21 y G), me encuentro a pap\u00e1 en la puerta, con su flamante gab\u00e1n impermeable, su sombrero y la infaltable jabita. \u00a1Era Humphrey Bogart, pero con jabita! Le pregunt\u00e9 que a d\u00f3nde iba y me contest\u00f3 con toda naturalidad, como si hubiese un sol esplendente: \u201ca buscar el pan\u201d. De m\u00e1s est\u00e1 decir que mam\u00e1 y yo no lo dejamos salir en medio de aquel temporal.
Describe brevemente la relaci\u00f3n de Eliseo con sus tres hijos. \u00bfFuiste la preferida?
Nunca me sent\u00ed la preferida. Si hab\u00eda un preferido, era Rapi1, que fue el primero, dos a\u00f1os mayor que Lichi2 y yo que, como sabes, somos jimaguas. Pienso que fue un padre como cualquier otro, pero un muy buen padre, eso s\u00ed. Nos llevaban mucho a la playa y nos ense\u00f1\u00f3 a nadar y a flotar. \u00c9l nadaba muy bien, era un estilista, no salpicaba el agua, avanzaba r\u00e1pido. Tambi\u00e9n, entre \u00e9l y mam\u00e1, nos ense\u00f1aron a montar bicicleta. \u201cTu padre es un excelente ciclista\u201d, comentaba, con orgullo, mam\u00e1. Y f\u00edjate que lo dec\u00eda en presente, \u201ces\u201d, incluso ya cuando los dos hab\u00edan pasado los setenta a\u00f1os. Siempre recordar\u00e9 con una sonrisa el d\u00eda en que pap\u00e1, ya durante el Periodo Especial, me dijo que quer\u00eda que le comprara \u201cuna de esas bicicletas\u201d. Le pregunt\u00e9 que para qu\u00e9 la quer\u00eda y me respondi\u00f3 que para ir a la UNEAC. \u201cPero si vivimos a tres cuadras de la UNEAC\u201d, le respond\u00ed, preocupada de que se fuera a caer y tratando de quitarle esa idea de la cabeza. Cuando se lo coment\u00e9 a mam\u00e1, repiti\u00f3 lo que siempre nos hab\u00eda dicho: \u201ctu padre es un excelente ciclista\u201d. \u00a1Como si no hubiesen pasado cincuenta a\u00f1os de la \u00e9poca en la que aquel joven Eliseo enamorado la iba a ver en bicicleta desde La Sierra, donde viv\u00eda entonces con sus padres, hasta la calle Neptuno!
Iban a las reuniones de la escuela cada vez que los citaban. Nosotros fuimos estudiantes algo inquietos, \u201cto say the least\u201d, como se dice en ingl\u00e9s, y nunca faltaba una queja sobre alguno de los tres. \u00a1O sobre los tres! Pero \u00e9l en esos momentos parec\u00eda recordar sus fallidos estudios en la Facultad de Derecho y lograba que sali\u00e9ramos \u201cabsueltos\u201d. \u00a1Hubiera sido un eminente abogado de la defensa porque, te aseguro, siempre \u00e9ramos \u201cculpables!\u201d. Ser\u00edan muchas las an\u00e9cdotas, pero se alargar\u00eda demasiado esta entrevista.
\u00bfTen\u00eda man\u00edas a la hora de escribir?
\u00a1Muchas! Era muy organizado, en sus gavetas todo estaba en su lugar y esos eran lugares sagrados e intocables. Las plumas, de tinta negra o azul oscuro; el punto de la pluma, fino. Hace muchos a\u00f1os utilizaba plumas de fuente, y todav\u00eda me quedan pomos de tinta, ya secos. El papel, \u201cque le hiciera resistencia a la pluma\u201d, as\u00ed me dec\u00eda, aunque tuvo que conformarse con el que apareciera\u2026 Primero hac\u00eda sus borradores de poemas y conferencias a mano. Los rectificaba varias veces, con tinta roja o azul claro. Despu\u00e9s, lo pasaba a maquinita, era un mecan\u00f3grafo profesional, aprendi\u00f3 a escribir con todos los dedos, no miraba el teclado cuando escrib\u00eda; revisaba lo mecanografiado, y lo rehac\u00eda todas las veces que fuera necesario. Las capitulares de sus cuentos mecanografiados iban en rojo, o sea, se tomaba el trabajo de cambiar la cinta; los m\u00e1rgenes, a la derecha, perfectos. Todo eso es muy sencillo de hacer con las computadoras, pero en aquellos a\u00f1os te imaginar\u00e1s que, como se dice ahora, \u201cno era f\u00e1cil\u201d. Pocas semanas antes de su muerte le regalaron una m\u00e1quina de escribir electr\u00f3nica, marca Canon, se estudi\u00f3 el manual y comenz\u00f3 a usarla.
En algunos de sus poemas aparecen gatos, \u201cpersonajes\u201d siempre enigm\u00e1ticos. \u00bfTuvo \u00e9l alguna preferencia con ese animal afectivo?
Le fascinaban los gatos, le intrigaban. Pero tambi\u00e9n los perros. Quiso mucho al que tuvimos en Villa Berta, Tobi. Como pap\u00e1 se levantaba muy temprano, \u00e9l fue quien lo encontr\u00f3 muerto, ya estaba muy viejito. Yo me iba a la escuela y, cuando entr\u00e9 al comedor, ah\u00ed estaba pap\u00e1, sentado en el piso, abrazado a Tobi, llorando. En So\u00f1ar despierto, hay un poema dedicado a ese perrito, \u201cEleg\u00eda\u201d.
\u00bfCu\u00e1ndo piensas en tu padre qu\u00e9 im\u00e1genes te vienen a la mente?
Lo recuerdo en diferentes momentos, generalmente sentado ante su m\u00e1quina de escribir o leyendo. Rapi hizo un boceto de un recuerdo suyo de pap\u00e1, sentado en el c\u00e9sped de Villa Berta, ley\u00e9ndonos cuentos.
La palabra \u201cpenumbra\u201d aparece repetidamente en su obra. \u00bfLa hora del crep\u00fasculo ten\u00eda una significaci\u00f3n especial para \u00e9l?
Ese significado de la hora del crep\u00fasculo, de la penumbra, hay que buscarlo en sus textos, me parece. No recuerdo o\u00edrle hablar sobre el crep\u00fasculo o la penumbra pero, como bien se\u00f1alas, la palabra penumbra aparece en muchos de sus poemas, desde En la Calzada de Jes\u00fas del Monte y a trav\u00e9s de toda su poes\u00eda. Son los estudiosos de su obra los que pueden hablar de eso, y lo han hecho. Desde muy peque\u00f1o a mi padre le rondaban obsesiones, como el paso del tiempo, la muerte, los enigmas del Universo, la caducidad y fugacidad de las cosas, palabras que tambi\u00e9n se encuentran con frecuencia en sus versos. El crep\u00fasculo llega cuando se va \u201cmuriendo\u201d el d\u00eda, la penumbra es un momento entre la luz y la oscuridad, \u201cel oscuro esplendor\u201d, podr\u00edamos decir con sus propias palabras. Pero, tambi\u00e9n, quiz\u00e1s era a esa misteriosa hora en la que todo se va apagando, calmando, silenciando, en que encontraba sosiego y paz: \u201cuna penumbra \/ bondadosa que siempre \/se ha prestado grave a los recuerdos\u201d.3
Ha trascendido que Eliseo era \u201cjuguet\u00f3n\u201d. Antes de que existieran los juegos de roles, jugaba con Rapi y Lichi a \u201creescribir\u201d la historia de las grandes batallas. \u00bfAlg\u00fan recuerdo sobre esto?
Le interesaba la historia, conservo muchos de sus libros de infancia, de esos que se publicaban \u201cantes\u201d, de las vidas de los grandes hombres y mujeres de la historia, de la cultura, de la ciencia. Su colecci\u00f3n preferida era la de la editorial catalana Araluce. \u00a1Ah\u00ed est\u00e1 todo el mundo! Esos peque\u00f1os libros pasaron a formar parte de la biblioteca de nosotros tres. Pienso que su fascinaci\u00f3n por los soldaditos de plomo comenz\u00f3 en su infancia, con la lectura de los cuentos de Andersen, a quien admiraba mucho. Compraba cuando pod\u00eda, aqu\u00ed o en sus viajes, soldaditos de plomo, que vend\u00edan seg\u00fan las \u00e9pocas y pa\u00edses. O sea, eran unas cajas peque\u00f1as con soldados del ej\u00e9rcito ingl\u00e9s, digamos, durante las guerras napole\u00f3nicas, con sus uniformes, cascos, armamentos. Esos soldaditos eran de \u00e9l, no formaban parte de los juguetes de mis hermanos. Pero s\u00ed jugaba \u00e9l con mis hermanos y con esos soldaditos. Con el paso del tiempo, los ej\u00e9rcitos se iban descompletando, se le part\u00eda al caballo una pata y ya no serv\u00eda. Y mis hermanos fueron creciendo. Entonces llegaron los soldaditos de goma, a los cuales pap\u00e1 dibujaba con un pincel sus casacas rojas o azules, las banderas y estandartes. Y \u00e9l mismo \u201cfabricaba\u201d los ca\u00f1ones. Y comenzaron las batallas campales sobre la mesa del comedor, ya mis hermanos adultos y hasta nacido mi sobrino Ismael4. Era un juego inventado por pap\u00e1. Creo, incluso, que hab\u00eda un manual con las reglas de este juego. Pap\u00e1, en una inmensa cartulina, dibuj\u00f3 un mapa con r\u00edos, monta\u00f1as, colinas, fortalezas, ca\u00f1adas. Entonces se pon\u00eda una tabla ancha y alta en la mitad de la mesa y cada bando organizaba sus ej\u00e9rcitos sin que la otra parte pudiera ver: la caballer\u00eda por aqu\u00ed, la infanter\u00eda por all\u00e1. Cuando ya estaban listos, se levantaba la tabla y comenzaba la batalla, que era con dados. Cada combinaci\u00f3n de dados ten\u00eda un valor: avance de infanter\u00eda, otra pod\u00eda ser un ca\u00f1onazo, y as\u00ed, hasta que alguien ganaba. Ten\u00edan una medida, un pedacito de cartulina de unas dos pulgadas. Por ejemplo, el doble dos, pues avanzaban dos veces esa medida, no recuerdo bien las reglas. Tendr\u00eda que preguntarle a nuestro querido amigo Diego Garc\u00eda El\u00edo, editor de sus libros en M\u00e9xico, que era uno de los \u201cestrategas\u201d. Lichi derrotaba a pap\u00e1 con frecuencia y eso lo irritaba mucho: \u201ctu hermano hace trampa\u201d, se quejaba conmigo. Hay una foto muy simp\u00e1tica de pap\u00e1 con Lichi y mi sobrino Ismael, de unos tres a\u00f1os, contemplando fascinado aquello. Cuando terminaban de jugar, todo se guardaba y mi peque\u00f1o sobrino suspiraba, resignado: ese tesoro no era de \u00e9l. Tengo esos soldaditos en casa.
Tendr\u00eda muchas m\u00e1s an\u00e9cdotas que hacerte, por ejemplo, la del tren el\u00e9ctrico. Tambi\u00e9n cuando he dicho que era juguet\u00f3n, me refiero a otros juegos. Con Octavio Smith, su entra\u00f1able amigo, \u201cel t\u00edo Octavio\u201d, se divert\u00eda much\u00edsimo. Ten\u00edan unos personajes montados, un par de alemanes, Otto y Fritz, imitaban el acento e inventaban chistes y cantaban en perfecto \u201calem\u00e1n\u201d. Con Rapi ten\u00eda todo un repertorio de chistes que eran una delicia. Adapt\u00f3, junto con Octavio y Mario Paraj\u00f3n, \u201cC\u00e1ntico de Navidad\u201d, de Dickens, eso ya era en serio. Pero en los ensayos se divirtieron mucho porque Octavio era el avaro Scrooge y pap\u00e1 el fantasma del se\u00f1or Jacob Marley. \u00a1Ver a pap\u00e1 aparecer en escena era terror\u00edfico! Lo ensayaba con mam\u00e1 en Villa Berta y las carcajadas se o\u00edan en todo el jard\u00edn. Como dato curioso, el personaje del joven escribano lo interpretaba Eusebio Leal.
H\u00e1blame de su relaci\u00f3n con Bella.
Creo que mis padres tuvieron una bonita relaci\u00f3n, plena y amorosa, basada en el cari\u00f1o, el respeto y la admiraci\u00f3n, por ambas partes. Esto \u00faltimo, la admiraci\u00f3n, se menciona poco pero creo que es fundamental en una relaci\u00f3n de pareja. Se hicieron novios un jueves de octubre de 1939, como he podido ir precisando a trav\u00e9s de sus cartas de juventud y de las dedicatorias de los libros que se regalaban. Te imaginar\u00e1s que en cincuenta y cinco a\u00f1os, entre noviazgo y matrimonio (se casaron en 1948), tuvieron que tener sus desencuentros y sus desavenencias, como cualquier pareja. Pero en las horas dif\u00edciles de ambos, se mantuvieron unidos. Y, por supuesto, en las alegres, que fueron muchas. Era a mam\u00e1 a la primera a quien mi padre le le\u00eda sus nuevos poemas y escritos, porque valoraba much\u00edsimo su criterio. Pap\u00e1 muri\u00f3 el martes 1 de marzo de 1994. Seis meses despu\u00e9s, mi madre enferm\u00f3 de bronconeumon\u00eda; estuvo muy grave, no quer\u00eda comer, algo muy peligroso en un diab\u00e9tico. Yo le suplicaba que comiera, le insist\u00eda, hasta que en un momento me dijo: \u201cmi hija, t\u00fa no entiendes. Durante cincuenta a\u00f1os mi vida fue un trazo perfecto. Y ese trazo se quebr\u00f3\u201d. Por suerte, logr\u00f3 rebasar esa crisis y vivi\u00f3 muchos a\u00f1os m\u00e1s. Falleci\u00f3 el domingo 24 de septiembre de 2006. Y pienso que para mi padre la vida junto a su \u201cYita\u201d, como la llamaban de j\u00f3venes, fue, tambi\u00e9n, un trazo perfecto.
\u00bfTen\u00edan ustedes conversaciones \u201ctrascendentes\u201d? \u00bfTe dej\u00f3 alguna ense\u00f1anza en particular?
\u00bfNuestras conversaciones?, pues las normales entre un padre con sus hijos. Lamento mucho no haberle preguntado m\u00e1s sobre su poes\u00eda. Alrededor de 1989 le hice una larga entrevista, dur\u00f3 varios d\u00edas, la grab\u00e9 y transcrib\u00ed. Y le entregu\u00e9 las preguntas escritas y \u00e9l se tom\u00f3 el trabajo de respond\u00e9rmelas todas, a mano y mecanografiadas. Preguntas, en su mayor\u00eda, sobre la familia. Como sabes, era cat\u00f3lico, al igual que Fina y Cintio5, y le preguntaba sobre religi\u00f3n, tambi\u00e9n sobre historia y literatura.
La ense\u00f1anza en particular que nos dej\u00f3, a mis hermanos y a m\u00ed, pienso, est\u00e1 en su poema \u201cEl viejo payaso a su hijo\u201d. Al final, nos dice: \u201cY sin embargo \/ es necesario hacerlo todo bien\u201d.<\/p>\n

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