{"id":6230,"date":"2022-08-01T21:53:29","date_gmt":"2022-08-01T21:53:29","guid":{"rendered":"https:\/\/memoriadelahabana.com\/?p=6230"},"modified":"2022-08-01T22:15:34","modified_gmt":"2022-08-01T22:15:34","slug":"carlos-mendieta-y-montefur","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/memoriadelahabana.com\/carlos-mendieta-y-montefur\/","title":{"rendered":"Carlos Mendieta y Montefur"},"content":{"rendered":"

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Escuche el programa aqu\u00ed:<\/h2>\n

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Su mayor logro fue la firma en mayo de 1934 del tratado de relaciones cubano-norteamericano, que dej\u00f3 sin efecto la cl\u00e1usula intervencionista de la Enmienda Platt.<\/p>\n

DIMAS CASTELLANOS<\/p>\n

La Habana 27 Dic 2020 –<\/p>\n

Carlos Mendieta Montefur (San Antonio de las Vueltas, Las Villas, 1873-La Habana, 1960). M\u00e9dico, periodista militar y pol\u00edtico. Abandon\u00f3 sus estudios para unirse al Ej\u00e9rcito Libertador. En 1898 integr\u00f3 la comisi\u00f3n que viaj\u00f3 a EEUU para coordinar los planes entre el ej\u00e9rcito independentista y el norteamericano contra Espa\u00f1a. Fue ascendido al grado de coronel.<\/p>\n

Al terminar la guerra fue capit\u00e1n de la Guardia Rural, cargo al que renunci\u00f3 en 1900 para terminar los estudios de Medicina. Cofundador del Partido Republicano Federal de Las Villas, fundador del Partido Republicano Conservador y del Partido Liberal Unionista. Participante de la Guerrita de agosto de 1906. Director del peri\u00f3dico El Heraldo de Cuba. Candidato a la vicepresidencia en 1916. Combati\u00f3 contra Menocal en 1917. Electo representante en 1918. Considerado como el mejor candidato del Partido Liberal para las elecciones presidenciales de 1924. Fund\u00f3 la Uni\u00f3n Nacionalista durante el Gobierno de Machado. Fue arrestado, recluido en prisi\u00f3n y amnistiado en 1932. March\u00f3 al exilio, donde integr\u00f3 la Junta Revolucionaria creada en Nueva York.<\/p>\n

En 1933 regres\u00f3 a Cuba y apoy\u00f3 la mediaci\u00f3n de Sumner Welles. Luch\u00f3 contra la Pentarqu\u00eda y contra el Gobierno de Grau San Mart\u00edn. Fue el onceno presidente de la Rep\u00fablica de Cuba y el sexto provisional.<\/p>\n

A la renuncia de Grau San Mart\u00edn por la crisis de su gobierno, en enero de 1934, Carlos Hevia asumi\u00f3 la presidencia provisional. Al segundo d\u00eda Hevia fue sustituido por Manuel M\u00e1rquez Sterling. Seis horas despu\u00e9s la presidencia fue traspasada a Carlos Mendieta, con el benepl\u00e1cito de la mayor\u00eda de las fuerzas opositoras, del Ej\u00e9rcito, del embajador estadounidense y apoyado por la opini\u00f3n p\u00fablica que clamaba por la estabilidad y lo consideraba un pol\u00edtico destacado y honrado.<\/p>\n

Su presidencia<\/p>\n

El coronel Mendieta asumi\u00f3 la presidencia en un contexto en el que todav\u00eda se sent\u00edan los efectos de la recesi\u00f3n mundial, en medio de los aranceles proteccionistas establecidos a los productos cubanos en EEUU, de la ca\u00edda de los precios del tabaco y del az\u00facar, del cierre de ingenios azucareros, la disminuci\u00f3n de la producci\u00f3n, el aumento del desempleo, la rebaja de salarios, y la demora en los pagos a obreros y empleados. El reto lo enfrent\u00f3 con un gabinete heterog\u00e9neo, integrado por figuras de su partido, partidarios de Menocal y de Miguel Mariano G\u00f3mez, miembros del ABC y otras personalidades que no militaban en ning\u00fan partido.<\/p>\n

Para legitimarse, Mendieta consider\u00f3 que primero deb\u00eda ordenar al pa\u00eds y despu\u00e9s convocar a la asamblea constituyente que Grau San Mart\u00edn hab\u00eda proyectado durante el Gobierno de los Cien D\u00edas. Para el ordenamiento promulg\u00f3 la Ley Constitucional del 3 de febrero 1934, con la cual aboli\u00f3 el Congreso, pas\u00f3 la funci\u00f3n legislativa al Consejo de Secretarios \u2014integrado por 14 miembros m\u00e1s el presidente\u2014 y cre\u00f3 un Consejo de Estado para asesorar al presidente y a los secretarios. En esta Ley Constitucional, a diferencia de la Constituci\u00f3n de 1901, el Poder P\u00fablico se ejerci\u00f3 por el presidente de la Rep\u00fablica. Es decir, la supremac\u00eda se deposit\u00f3 en el Poder Ejecutivo y no en el Congreso.<\/p>\n

Varios pol\u00edticos, entre ellos Mario Garc\u00eda Menocal, opuestos a ese orden planteado por Mendieta, amenazaron con irse al retraimiento si no se convocaba a elecciones generales previas a la Asamblea Constituyente. Ante la contradicci\u00f3n, a iniciativa de Jos\u00e9 Ignacio Rivero y Jos\u00e9 Mar\u00eda Zayas, directores del Diario de la Marina y Avance, naci\u00f3 el pacto institucional conocido como Zayas-Rivero, el cual fue suscrito por los jefes de los principales partidos pol\u00edticos.<\/p>\n

Su obra de Gobierno<\/p>\n

Su mayor logro fue la firma en mayo de 1934 del tratado de relaciones cubano-norteamericano, que dej\u00f3 sin efecto la cl\u00e1usula intervencionista de la Enmienda Platt, un ap\u00e9ndice constitucional impuesto ante un pueblo carente de Rep\u00fablica, de Estado y de Gobierno propios y con el Ej\u00e9rcito Libertador desmovilizado. La aprobaci\u00f3n de la Enmienda Platt, en esas condiciones, fue un verdadero acto de pol\u00edtica, entendiendo esta como el arte de lo posible. Aunque la injerencia se mantuvo en los asuntos internos de Cuba, la misma perdi\u00f3 el car\u00e1cter de ley que hab\u00eda tenido hasta ese momento. Con su anulaci\u00f3n se materializ\u00f3 un objetivo que hab\u00eda costado tres d\u00e9cadas de luchas.<\/p>\n

Otro hecho de importancia fue la firma, en agosto de 1934, del Tratado de Reciprocidad entre Cuba y EEUU. Este acuerdo beneficiaba al az\u00facar pero qued\u00f3 limitado por la Ley Costigan-Jones, que facultaba al secretario de Agricultura de EEUU a determinar la cuota de az\u00facar que se deb\u00eda comprar anualmente a Cuba, lo que restring\u00eda la producci\u00f3n nacional que rebasaba la capacidad de compra del mercado norteamericano. El tratado \u2014seg\u00fan el historiador Hugh Thomas\u2014 era beneficioso en cuanto aseguraba un mercado estable para el az\u00facar y el tabaco, pero ataba a Cuba estrechamente a EEUU en lugar de animar el establecimiento de una industria nacional.<\/p>\n

Durante los primeros meses de 1935 el Gobierno de Mendieta enfrent\u00f3 una crisis que desemboc\u00f3 en la huelga de marzo de ese a\u00f1o. Muchos de los avances en materia de legislaci\u00f3n laboral que se hab\u00edan logrado desde el Gobierno de los Cien D\u00edas fueron restringidos con las leyes dictadas.<\/p>\n

Ello ocurr\u00eda en un momento en que la tesis de la lucha de clases como motor de la historia \u2014sustentada por los comunistas\u2014 constitu\u00eda una corriente con fuerza que coincidi\u00f3 con la restricci\u00f3n de la producci\u00f3n azucarera (la zafra de 1935, de 2,5 millones de toneladas, fue aproximadamente la mitad de la de 1925). El desempleo resultante de la restricci\u00f3n azucarera, combinado con las medidas antipopulares y la represi\u00f3n, increment\u00f3 la agitaci\u00f3n en la ciudad y en el campo.<\/p>\n

En febrero de 1935 el Comit\u00e9 de Huelga Universitario llam\u00f3 a un paro general. Aunque el Gobierno disolvi\u00f3 la Confederaci\u00f3n Nacional Obrera de Cuba y otras centrales sindicales, m\u00e1s de 30 ingenios fueron ocupados, y en algunos de ellos se crearon s\u00f3viets de obreros y campesinos y milicias rojas a imagen y semejanza de Rusia. Mientras se intensificaban las luchas campesinas contra los desalojos como ocurri\u00f3 en el Realengo 18, donde los campesinos con la consigna “Tierra o Sangre” impidieron que les arrebataran sus posesiones. En esas condiciones, la huelga iniciada por los maestros desemboc\u00f3 en la huelga general que, entre el 9 y 10 de marzo, asumi\u00f3 caracter\u00edsticas de levantamiento popular. En respuesta el Gobierno suspendi\u00f3 el habeas corpus que garantizaba la integridad f\u00edsica de las personas, las garant\u00edas constitucionales y declar\u00f3 el “estado de sitio”.<\/p>\n

A diferencia de las huelgas anteriores la direcci\u00f3n no estuvo fundamentalmente en manos de los comunistas y anarquistas, sino de estudiantes de la Universidad y de las fuerzas que encabezaba Antonio Guiteras. Los actores no lograron una plena cooperaci\u00f3n. Cuando el Partido Comunista super\u00f3 sus concepciones sectarias y desech\u00f3 las consignas de “clase contra clase” y “por un gobierno de obreros y campesinos”, ya era demasiado tarde. No menos de 200 personas fueron muertas o heridas. Eduardo Chib\u00e1s y otros l\u00edderes fueron detenidos. Se declararon ilegales a todos los sindicatos que participaron, les confiscaron sus fondos y la Universidad fue ocupada por soldados. La huelga, con el apoyo del Ej\u00e9rcito, fue derrotada. Dos meses despu\u00e9s, el 8 de mayo de 1935, al intentar salir hacia M\u00e9xico para conseguir armas y hombres, Antonio Guiteras result\u00f3 muerto.<\/p>\n

Controlada la huelga, los constantes desacuerdos entre las fuerzas pol\u00edticas impidieron la celebraci\u00f3n de las elecciones programadas para fines de 1935. Para viabilizar el conflicto arrib\u00f3 a Cuba el profesor Harold Willis Dodd, de la Universidad de Princeton, quien recomend\u00f3 posponer las elecciones. Una vez acordada la fecha, el Conjunto Nacional Democr\u00e1tico, que agrupaba a la oposici\u00f3n, exigi\u00f3 que el presidente renunciara para que la balanza del poder no se inclinara a favor de Miguel Mariano G\u00f3mez. Mendieta renunci\u00f3 y su lugar lo ocup\u00f3 el secretario de Estado Jos\u00e9 Agripino Barnet, quien convoc\u00f3 definitivamente las elecciones para el 10 de enero de 1936.<\/p>\n

El 11 de junio de 1935 se proclam\u00f3 una nueva Constituci\u00f3n que sustituy\u00f3 a la Ley Constitucional de febrero de 1934, de acuerdo a la cual las Fuerzas Armadas comenzaron a regirse por una Ley Org\u00e1nica que estableci\u00f3 la disoluci\u00f3n del Ej\u00e9rcito Nacional y la creaci\u00f3n, en su lugar, del Ej\u00e9rcito Constitucional, con lo cual su jefe asum\u00eda amplias facultades para regir la instituci\u00f3n armada. En teor\u00eda el presidente segu\u00eda siendo el jefe supremo del Ej\u00e9rcito; pero en la pr\u00e1ctica se cre\u00f3 una especie de dualidad de poderes en un momento en que la principal fuerza pol\u00edtica en Cuba era el Ej\u00e9rcito, con una organizaci\u00f3n nacional y representantes en todas las ciudades, con una oficialidad integrada en buena parte por negros y mulatos, de origen obrero, como era el propio Fulgencio Batista.<\/p>\n

De forma paralela se regularon las organizaciones obreras con el objetivo de establecer un sindicalismo oficialista controlado por la Secretar\u00eda del Trabajo. Se crearon los Tribunales de Urgencia, m\u00e1s dr\u00e1sticos que los de Defensa Nacional que existieron hasta ese momento; y se instituy\u00f3 la pena de muerte para los convictos de asesinato en atentados, sabotajes u otras formas de terrorismo. Se prohibieron las huelgas y manifestaciones, y se suprimi\u00f3 la autonom\u00eda universitaria. En ese dif\u00edcil escenario Menocal se present\u00f3 como el l\u00edder de los “dem\u00f3cratas”, mientras Grau San Mart\u00edn, la Joven Cuba y el ABC no participaron.<\/p>\n

En esas elecciones, en que las mujeres cubanas ejercieron el derecho al voto por vez primera en la historia de la Rep\u00fablica, result\u00f3 vencedor Miguel Mariano G\u00f3mez, quien tom\u00f3 posesi\u00f3n el 20 de mayo de 1936, con el coronel Federico Laredo Bru como vicepresidente.<\/p>\n

A manera de conclusi\u00f3n<\/p>\n

Carlos Mendieta asumi\u00f3 la presidencia durante algo menos de dos a\u00f1os en un contexto de dificultades econ\u00f3micas, problemas irresueltos, inestabilidad pol\u00edtica, reducci\u00f3n de la producci\u00f3n azucarera, predominio de la lucha de clases en el campo y la ciudad. La violencia entronizada durante siglos hizo acto de presencia en las huelgas, atentados, asesinatos y fue respondida con la violencia y la represi\u00f3n. En ese complejo escenario se derog\u00f3 la Enmienda Platt, por la que se ven\u00eda luchando desde tres d\u00e9cadas atr\u00e1s. Los resultados positivos de su gobierno quedaron marcados por la represi\u00f3n, especialmente durante la huelga de marzo de 1935. Luces y sombras cuya utilidad radica no en el juicio fuera de contexto, sino en el empleo de sus ense\u00f1anzas para el mejoramiento de nuestra inconclusa naci\u00f3n.<\/p>\n

Mendieta \u2014como Ram\u00f3n Grau San Mart\u00edn\u2014 permaneci\u00f3 y muri\u00f3 en Cuba despu\u00e9s de la revoluci\u00f3n de 1959. Es parte de nuestra historia. Utilicemos la experiencia en lugar de querer borrarlo de la memoria hist\u00f3rica.[\/et_pb_text][et_pb_blog fullwidth=”off” posts_number=”24″ include_categories=”3″ show_author=”off” show_categories=”off” _builder_version=”3.0.94″ use_border_color=”off” border_color=”#ffffff” border_style=”solid” use_dropshadow=”off” global_colors_info=”{}”][\/et_pb_blog][\/et_pb_column][et_pb_column type=”1_4″ _builder_version=”3.25″ custom_padding=”|||” global_colors_info=”{}” custom_padding__hover=”|||”][et_pb_sidebar orientation=”right” area=”sidebar-1″ admin_label=”Sidebar” _builder_version=”3.0.74″ header_font_size=”32″ body_font_size=”18″ background_layout=”dark” remove_border=”off” global_colors_info=”{}”][\/et_pb_sidebar][et_pb_image src=”https:\/\/memoriadelahabana.com\/wp-content\/uploads\/2016\/09\/memoria-de-la-habana-estacion-de-radio-online.png” alt=”Memoria de La Habana” title_text=”Memoria de La Habana” url=”https:\/\/memoriadelahabana.com\/contactenos\/” url_new_window=”on” align=”center” align_tablet=”center” align_phone=”” align_last_edited=”on|desktop” admin_label=”Image” _builder_version=”3.23″ animation_style=”fade” animation_duration=”500ms” use_border_color=”off” border_color=”#ffffff” border_style=”solid” animation=”fade_in” sticky=”off” global_colors_info=”{}”][\/et_pb_image][et_pb_text admin_label=”Text” _builder_version=”3.27.4″ background_size=”initial” background_position=”top_left” background_repeat=”repeat” text_orientation=”center” background_layout=”dark” module_alignment=”center” use_border_color=”off” border_color=”#ffffff” border_style=”solid” global_colors_info=”{}”]<\/p>\n

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