by admin | Sep 14, 2016 | Memoria de La Habana
Cuando Miguel Matamoros vio a la muerte sentada en una esquina de su habitación, una noche de sereno susto, seis meses antes de que decidiera acompañarla en el tren que nunca se detiene, ya se había burlado demasiadas veces de ella, de la única y rotunda manera...