by admin | Dec 4, 2016 | Kabiosiles
En sus manos se fue aquel tiempo hondo y descarnado, donde los hombres labraban piedras en la noche, sin saber que eran diamantes; puro y celeste fuego, lanzado como una alfombra para el amor y la pureza. Su rostro desolado, caminó bajo la noche de La Habana, y fue de...