by admin | Sep 26, 2016 | Memoria de La Habana
Pero, a pesar de sus mentiras simpáticas, la misma vida que se dejó poseer por él y su alegría, supo decirnos lo que en realidad sucedió. Que el monaguillo traducía los latinazgos en coplas burlonas que cantaba por lo bajo; que el serrador iba sintiendo el ritmo...