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Reinaldo Cosano Alén, Sindical Pres

LA HABANA, Cuba, junio (www.cubanet.org) – El edificio de apartamentos López Serrano en 13 y L, en el Vedado, está considerado el primer rascacielos que tuvo Cuba.

La estructura maciza de veinte plantas rematada por una torre, vista en perspectiva, tiene modesta semejanza con el Empire State de New York.

La sólida construcción, levantada con mucho acero, siguiendo la tecnología norteamericana, ha sido capaz de aguantar el paso del tiempo, la desidia, la falta de mantenimiento, y conserva aun sus líneas originales art decó.

Eduardo Chibás, líder del Partido Ortodoxo, ocupó por varios años un apartamento en el piso 14 en la década de 1940. Allí formuló parte de su ideario político.

El edificio al que dio su nombre se debe a José Antonio López Serrano, hijo de José López Rodríguez, alias Pote, quien fue uno de los mayores millonarios de Cuba.

Pote fue un gallego analfabeto que arribó a Cuba a principios del pasado siglo en un buque con pasaje de cuarta, en alpargatas, con una mano delante y otra detrás, sin parientes ni amigos en la isla que lo ayudaran, pero con muchos deseos de trabajar y hacer fortuna. Tenía 19 años.

López inició su legendaria fortuna en como librero y editor. Había logrado tras la instauración de la República (1902) monopolizar la impresión de documentos oficiales complejos tales como sellos de timbre, bonos, acciones y billetes de banco que imprimía en La Casa del Timbre. También contaba con un taller para la producción de tintas de impresión, según reza en la Enciclopedia Económica de Cuba, de Guillermo Jiménez, publicada en la editorial Universal, de Miami.

Pote, según el propio Jiménez, desplazó al capital norteamericano, encabezado por los intereses de Morgan, del control del Banco Nacional de Cuba. A la fortuna de Pote heredada por la esposa e hijo, debe La Habana, entre otras muchas inversiones, su primer rascacielos.

Pote fue un caso singular, pero no excepcional, de inmigrante que pudo abrirse paso en una época de oportunidades.

José López Rodríguez (Pote). Comerciante y empresario español que emigró a Cuba en busca de fortuna. Adquirió varios negocios amasando una considerable fortuna. Fue el vicepresidente del Banco Nacional de Cuba y su principal accionista. Consiguió subir hasta la cumbre de la pirámide social cubana y, finalmente, la ruina lo llevó a la muerte.
José López Rodríguez nació en Maside, Galicia, España en el año 1862. Emigró a Cuba en 1880 siendo un adolescente analfabeto y pobre de apenas 18 años. Su primer trabajo conocido en la isla es como dependiente en el comercio de un familiar suyo. En la década de los 80 José se gana el sobrenombre de Pote debido a su predilección por los caldos y potajes.

La Moderna Poesía

Pote pasó a emplearse en una imprenta, iniciándose en un negocio que sería a base de su fortuna.

En 1890 Pote se casó con Ana Luísa Serrano, rica viuda propietaria de La Moderna Poesía, una de las mejores librerías de La Habana. A partir del casamiento Pote pasó a encargarse de la dirección del negocio, ampliándolo y abriendo varias sucursales en otras localidades de Cuba.
Bajo su dirección, La Moderna Poesía se convirtió en la mejor librería y papelería de Cuba, convirtiendo a José López en un comerciante conocido en toda la isla.

En 1902 ya es uno de los hombres más adinerados de La Habana. Era uno de los miembros más influyentes de la Junta Directiva de la Compañía de Electricidad y Gas de la Habana, que en 1912 decide su fusión con la ya poderosa Havana Electric Railway, operadora entre otras actividades, de los tranvías en la Capital.

La fortuna de José López no sólo procedía de su ventajoso casamiento. Pote se vinculó a los políticos de la época, relaciones que le acarrearían importantes beneficios económicos. Entre estas amistades políticas destacó José Miguel Gómez, a quien Pote financió en 1907 la campaña electoral que lo llevaría a la Presidencia de la República de Cuba

La Casa del Timbre

En 1910 Pote se apuntaría otro éxito al establecer el único taller en el país capaz de realizar grabados en acero, con lo que alcanzó un éxito relevante en el mundo de la impresión, para cuyos efectos construyó en 1912 un edificio nuevo en Bernaza y Obrapía. Se dedicó entonces a la fabricación de sellos del Timbre Nacional y consiguió un contrato en exclusiva para imprimir los billetes de la Lotería Nacional, lo que se tradujo en amplios beneficios.

La Casa del Timbre fue inaugurada en marzo de ese año con la presencia del presidente de la República José Miguel Gómez, el director de la Casa de la Moneda de Washington y otras personalidades de la época.
Entonces se desveló una lápida que conmemora la fundación de esta primera fábrica de grabados de acero en Cuba, y que aún hoy se encuentra en la fachada del edificio. La revista El Fígaro le dedicó entonces un amplio reportaje, resaltando la presencia femenina, y de todas las razas, dentro del número de operarios. En realidad, empleando a mujeres Pote ganaba prestigio social y político al no discriminar sexualmente en el otorgamiento de puestos de trabajo, pero también obtenía grandes ganancias económicas, pues las mujeres recibían un salario menor al de los hombres, lo cual abarataba el costo de producción.

Asimismo, las ganancias obtenidas por estos negocios, le permitieron convertir a La Moderna Poesía en la principal librería de Cuba en aquel tiempo, con filiales en algunas ciudades del interior y una vasta y diversa oferta que incluía muchos textos impresos en España. Pote ampliaba la industria de los libros, a la papelería en general, imprenta y efectos de escritorio. Editó también textos escolares y pedagógicos, libros de lectura, geografía, historia, entre otros. Los primeros que publicó fueron los de Alfredo Miguel Aguayo Sánchez y Carlos de la Torre y Huerta. En sus comienzos Pote obtuvo del Gobierno la posibilidad de hacer suministros a las instituciones docentes oficiales, la concesión de abastecer a las oficinas, así como la de publicar ediciones del Gobierno y libros de textos para las escuelas públicas, de este modo, La Moderna Poesía consolidó su prestigio y aumentó su prosperidad y crédito, no solo dentro de los límites nacionales, sino también en el ámbito bibliográfico y cultural de los demás países latinoamericanos. En el edificio de Obispo y Bernaza radicaban además de la librería, la imprenta y talleres de la gran casa editorial.

Banco Nacional

En 1912 Pote emprendió su operación económica más ambiciosa. En efecto, en ese año se hizo con el control del Banco Nacional. Esta entidad bancaria, fundada con capital norteamericano tras la guerra de independencia, contaba en 1919 con 87 sucursales en toda Cuba, teniendo como principales clientes los comerciantes españoles. Pote se hizo con el dominio del Banco Nacional, convirtiéndose en uno de los propietarios principales de esa entidad, al comprar las acciones de J. P. Morgan y de otros inversionistas. Bajo la administración de José López el Banco Nacional se dedicó en lo fundamental al crédito azucarero y se fortaleció en esa línea, continuó su expansión, llegando a tener en 1920 un capital de 194 millones de dólares y 121 sucursales en todo el país.
Centrales España y Reglita

En 1915 adquiere el Central España Republicana en la provincia de Matanzas, Pote introduce adelantos que le permiten convertirse en uno de los colosos de las provincias occidentales, ocupando grandes cantidades de tierra en varios municipios de Matanzas.

Posterior al año 1915 compra el ingenio Reglita, además utiliza el soborno, su influencia y poder económico para comprar a los colonos sus fincas, atravesando los terrenos con líneas férreas, tratando así de aumentar el poderío y la expansión del Central España que ya estaba en su poder.
Pote realiza grandes cambios en el ingenio Reglita, introduce un tacho, horno de petróleo y transforma la casa de caldera por completo. Se produce un vuelco total en el ingenio. Aumenta considerablemente la producción de azúcar.

En esta zafra el ingenio produce 6 701 584 arrobas, de 83 769 toneladas, 47 933 sacos y 623 129 arrobas. Ocupa 17 ½ Km de vía ancha, 3 tanques porta mieles, 3 locomotoras con 160 caballos de fuerza.

El paso de ingenio a Central, con un dueño más poderoso y el uso de los adelantos técnicos ya mencionados, hacen posible una mayor producción en los años siguientes.
La ampliación de las líneas férreas permite mayores condiciones de transportación, a pesar de las dificultades presentadas por las lluvias, que es lo que realmente afecta, pues la sequía no merma la producción por la fertilidad de los suelos y el uso de la cachaza, sustancia natural que se utiliza en mayor medida que el abono químico.

Reparto Miramar

Pote fue paulatinamente diversificando sus inversiones, llegando a tener intereses en varios sectores. Ya era propietario de los centrales Reglita y España, en la provincia de Matanzas. En este mismo tiempo, ocupó la presidencia de la Compañía Nacional de Azúcares. Promotor inmobiliario, construyó el Reparto Miramar. Fue dueño de la fábrica de cemento “El Almendares”.

En 1916, Manuel José Morales y Martín vendió el Reparto Miramar a José López Rodríguez (Pote) y Ramón González de Mendoza, quienes, además, compraron el área comprendida desde Quinta Avenida a la costa y de calle 6 a 24, propiedad de William T. Burbridge, para integrarla a la urbanización.

En 1920 se crea Reparto Miramar Sociedad Anónima, con un capital de 12 millones de pesos. En ese año ya estaban construidas 8 residencias para ser comercializadas.

Puente de Pote

Para enlazar la capital con el naciente y extenso Reparto Miramar, del cual Pote poseía la mayoría de las Acciones, se construye el Puente de Miramar, conocido popularmente como Puente de Pote.

El Puente de Pote fue construido con su auspicio y enlazaba la ciudad de La Habana con los terrenos al oeste del Río Almendares en el último tramo hasta su desembocadura.

El tráfico por el puente de Pote, de solo dos vías, empalmaba la calle Calzada con la 5ta Avenida frente a la Fuente de las Américas, tal como hoy lo hace el túnel que comienza su operación a finales de la década de los 50, con cuatro vías.
Se comenzó a construir en 1919 en plenas Vacas Gordas y fue inaugurado dos años después, cruzando el río Almendares a la altura de Calzada para enlazar con la Quinta Avenida de Miramar.

Se trataba en ese entonces de una gran obra, incluso para la capital del país, que venía a imitar algunas estructuras similares existentes en los Estados Unidos: Un puente de acero con luz central y dos sendas contrarias que podían elevarse para permitir el paso de las embarcaciones por el río. Pote, hombre de negocios y famoso, pensó inmediatamente en cobrar peaje, pero ya estaba muy cerca su ocaso por la crisis bancaria y el gobierno terminó por confiscarle el puente.

En febrero de 1958 el puente de Pote es demolido y en su lugar se construye el Túnel de Calzada

Caída

Pero tan rápida subida fue seguida de una no menos rápida caída. La quiebra bancaria de 1920 llevó a la suspensión de pagos del Banco Nacional, lo que supuso la ruina de muchos gallegos que habían depositado sus ahorros en esta entidad.

Pote perdió la mayor parte de su fortuna, pero gracias a una complicada operación financiera retuvo el negocio de impresión y venta de libros de La Moderna Poesía, por donde había empezado su meteórica carrera.

Pese a conseguir superar el temporal, indemnizando a los depositarios y conservando otros de sus negocios, Pote apareció ahorcado en su casa, en el barrio habanero del Vedado, el 17 de marzo de 1921. De esta trágica manera terminaba la vida de este emigrante gallego, que llegó pobre y analfabeto a Cuba, consiguió subir hasta la cumbre de la pirámide social cubana y, finalmente, la ruina lo llevó a la muerte.